Sobre arpillera, bordado con lana, una imagen tierna. Me gustan los caballos, me parecen unos animales orgullosos, imponentes y bellos. Este tapiz tiene más de 30 años. Vino en la maleta, un poco arrugado, un poco maltrecho pero arrastrando con él recuerdos de otras épocas. Como conservo el patrón, en algún momento haré otro. Mi socio lo restauró, enmarcó y colocó en un lugar preferente del taller.